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Una nueva técnica permite saber si una persona desarrollará alzhéimer y cuándo.

 

A día de hoy conviven en todo el mundo en torno a 47,5 millones de personas con demencia, esto es, con un deterioro de sus capacidades cognitivas que va mucho más allá de lo que podría explicarse por el proceso natural del envejecimiento. Y de las mismas, hasta un 60-70% padece alzhéimer, enfermedad neurodegenerativa para la que aún no existe cura y cuya incidencia se habrá prácticamente duplicado ya para el año 2030. De ahí la importancia de detectar precozmente la enfermedad para, así, tratar de minimizar en la medida de lo posible su neurodegeneración asociada. Pero, ¿cómo se puede saber si una persona desarrollará o no alzhéimer? Y lo que es más importante, ¿cuándo? Pues un equipo internacional de investigadores dirigidos por la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego (EE.UU.) parece haber dado un paso muy significativo en esta dirección.

Concretamente, el estudio, publicado en la revista «PLOS Medicine», describe una escala con la que se posibilita el cálculo que tiene una persona de desarrollar alzhéimer y a qué edad a partir de la información sobre sus genes. Así, y en función de que se porte una variante u otra de cada gen específico, esta nueva ‘escala de riesgo poligénico’ permite establecer el riesgo que tiene cada individuo de padecer la enfermedad a una edad determinada –por ejemplo, a los 70 o a los 80 años.

Como explica Anders Dale, co-autor de la investigación, «desde un punto de vista clínico, la escala de riesgo poligénico ofrece un método innovador no solo para establecer el riesgo que tiene una persona concreta de desarrollar alzhéimer a lo largo de su vida, sino también para predecir la edad a la que se presentará la enfermedad. Y lo que es igual de importante, la evaluación poligénica continua del riesgo genético del alzhéimer puede mejorar la prevención de la enfermedad y resultar muy útil para establecer qué individuos tienen una mayor probabilidad de responder adecuadamente a los tratamientos».

 

Variantes genéticas

A día de hoy se sabe que el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer está condicionado no solo por los genes, sino también por otros factores como el consumo de tabaco, el nivel educativo o la exposición a la contaminación. Pero también se han identificado algunos genes que juegan un papel primordial en el riesgo de desarrollo de la enfermedad. Es el caso de la variante E4 del gen ‘APOE’, asociado a una probabilidad muy elevada de padecer alzhéimer en las etapas avanzadas de la vida.

Sin embargo, la relación entre el genotipo y la enfermedad no es exclusiva del gen ‘APOE’. Por ello, los autores analizaron los genes –o más exactamente, las variantes o ‘polimorfismos de genotipo único’ (SNP) de cada uno de los genes que se sabe se encuentran asociados a un mayor riesgo de alzhéimer, como el ‘APOE’– de más de 70.000 pacientes diagnosticados de la enfermedad y los compararon con los de otros tantos voluntarios que, de la misma edad y sexo, no padecían ningún tipo de demencia.

Posteriormente, los autores tomaron todos estos datos y desarrollaron una escala de riesgo poligénica ‘continua’, es decir, en la que se establece la probabilidad de un individuo concreto de padecer la enfermedad con el paso de los años. Pero, esta escala, ¿realmente funciona? Pues para comprobarlo, tomaron dos grupos de personas diferentes. Y de acuerdo con los resultados, aquellos participantes con las mayores puntuaciones en la escala desarrollaron la enfermedad a una edad mucho más precoz que sus homónimos. Es más; la escala también permitió identificar a aquellas personas que, aun presentando una función cognitiva normal en el momento del inicio del estudio, acabaron padeciendo alzhéimer.

Como indica Rahul S. Desikan, co-director de la investigación, «para un individuo con una edad y una información genética determinadas, podemos calcular su riesgo anual de desarrollar alzhéimer de forma ‘personalizada’. Esto es, si una persona aún no tiene demencia, podemos establecer cuál es su riesgo anual de padecer alzhéimer a partir de su edad y sus genes. Creemos que esta cuantificación del riesgo poligénico, en el que se encuentran implicados numerosos genes, puede resultar muy útil para el diagnóstico precoz de la enfermedad».

 

Eficaz, pero no universal

En definitiva, la nueva escala permite establecer el riesgo genético de alzhéimer mucho más allá de la presencia o ausencia de las variantes del gen ‘APOE’ asociadas a la enfermedad. De hecho, y en el caso de los participantes que no tenían el alelo E4 del gen, aquellos con mayores puntuaciones en la escala desarrollaron la enfermedad entre 10 y 15 años antes que los que obtuvieron las puntuaciones más bajas.

Y esta escala, ¿es universal? Pues no. Tan solo ha sido validado con personas de ascendencia europea, por lo que no tiene ninguna utilidad para las demás etnias.

Como concluye Chun Chieh Fan, co-director de la investigación, «esta limitación es un producto desafortunado de los estudios genéticos disponibles. Para tener un buen valor predictivo, una escala de riesgo genético requiere una gran cantidad de datos, y hasta ahora solo las cohortes de personas con ascendencia europea han alcanzado esta masa crítica. Sin embargo, y dados los estudios genéticos que se están llevando a cabo con todas las etnias, las disparidades en la predicción genética de enfermedades serán próximamente eliminadas».

M. LÓPEZ – @abc_salud Madrid